Unos mapas de papel sirven al viejo Amadeo para revivir sus viajes, ahora que ya no sale de casa. Su antigua profesión de maquinista de tren le permitió conocer mundo y recuerda de nuevo con su nieto todos esos lugares por los que pasó. En esta historia de relaciones humanas la realidad y la fantasía a menudo se mezclan para reivindicar la importancia de la imaginación para vivir.