Hija de una de las grandes fortunas norteamericanas (su padre murió en el Titanic), Peggy Guggenheim fue una de las mecenas más importantes del arte del siglo XX, una empedernida coleccionista de estirpe epicúrea que hizo de su vida una fiesta. Confesiones de una adicta al arte es su fascinante autobiografía, el relato lúcido, divertido y estremecedor de su espectacular residencia en la tierra.
En 1921, harta de su anodina vida en Nueva York, Peggy Guggenheim decide instalarse en Europa, donde pronto se convertirá en una de las figuras más prestigiosas e influyentes del mundo del arte. En el glamuroso escenario de la Europa vanguardista y de entreguerras, vive historias de amor con artistas como Max Ernst, con quien se casaría, o traba amistad con Samuel Beckett y Marcel Duchamp, al tiempo que se convierte en una apasionada coleccionista. Su Guggenheim Jeune Gallery de Londres catapultó a figuras como Brancusi, Cocteau o Kandinsky. Más tarde, su galería de Nueva York inauguraría las carreras de Jason Pollock y Robert Motherwell, entre muchos otros.
Con su inimitable estilo y su tono sarcástico y provocador, Peggy Guggenheim nos ofrece aquí un inigualado retrato de los interiores del mundo del arte y de sus principales protagonistas, la deslumbrante crónica de una vida entregada al placer, al lujo y al coleccionismo.