Hemos oído muchas veces «el reto del cambio que necesita tu familia, tu empresa... es: cambiar tú mismo».
El niño y la niña necesitan estar rodeados del ambiente y de la relación interpersonal adecuados para avanzar diariamente en el desarrollo de sus hábitos. Debe ofrecérsele un constante seguimiento - modelo-oportunidad - con la metodología adecuada y con un inmenso cariño, que en ningún momento significa cesión o abandono.
No es posible desarrollar al máximo las capacidades infantiles si no tenemos en cuenta siempre los cuatro marcos que configuran la personalidad humana y si no los integramos permanentemente: el marco psicológico, el neurológico, el pedagógico y el antropológico. Ésta es la gran tarea que se han impuesto los autores al iniciar su servicio a la sociedad.