En los últimos años se ha empezado a cuestionar el modelo de Estado de Bienestar que se desarrolló en Europa después de la Segunda Guerra Mundial y en cuya construcción y posterior desarrollo tuvieron un protagonismo fundamental los partidos socialistas. Los grandes y profundos cambios que se están produciendo en nuestra sociedad en estas dos últimas décadas afectan al escenario internacional y a la diversidad de realidades nacionales: globalización económica, aparición de nuevas tecnologías, envejecimiento de la población, bajas tasas de natalidad, importantes migraciones o los problemas sociales y políticos que padece Europa, están sirviendo a los partidos y gobiernos neoliberales para cuestionar el Estado de Bienestar. Aunque se han planteado críticas y ha habido una importante ofensiva para desmantelar los sistemas de protección tradicionales, nadie ha sido capaz de ofrecer un modelo alternativo. Ni los neoliberales con su Estado mínimo, ni los defensores de una alternativa radical a la economía de mercado cuentan con apoyos relevantes para articular un cambio viable. Ante esta nueva sociedad que está emergiendo la socialdemocracia debe renovar sus ideas y adaptarse al nuevo contexto, pero no sólo para resistir el auge del neoliberalismo, sino para sentar las bases de una acción política y de progreso que garantice los valores tradicionales de la izquierda pero revisando sus contenidos teóricos y políticos. Este libro recoge un grupo de ideas que contribuyen con su aportación teórica a analizar los distintos aspectos de nuestros sistemas de protección social (economía, seguridad social, empleo, empresa, educación, salud, medio ambiente, servicios sociales, políticas de igualdad, entre otras materias), e intenta poner en evidencia una serie de propuestas y retos de futuro para preservar el Estado de Bienestar como un instrumento permanente de solidaridad que deben defender los partidos socialdemócratas.