La crónica del dominico J. Bleda es el último de los grandes tratados justificativos de la expulsión de los moriscos al inicio del siglo XVII, que suponía la eliminación de los últimos vestigios del islam peninsular. En el trasfondo se manifiestan los temores de los partidarios de la ideología contrarreformista frente al avance de la libertad de conciencia y de la política respeto de la religión.