La poesía de Elizabeth Bishop -señala Luis Antonio de Villena- hizo suyo el discurso poético de la modernidad. De dos de los poemas de este libro, «Los gallos» y «El pez», dijo Robert Lowell, en 1947, que eran «los poemas más buenos escritos por una mujer en este siglo». Por su parte, Octavio Paz, uno de sus primeros traductores al español, señala: «Oírla no es oír una lección; es un placer -verbal y mental- tanto como una experiencia espiritual...»