Desde las civilizaciones históricas las guerras y las confrontaciones se hallan omnipresentes. Por el contrario, durante mucho tiempo se ha imaginado a la Prehistoria como una edad de oro: el paraíso original. Hoy día, la arqueología nos permite que dudemos sobre esta placidez inicial. Realmente en los temas de violencia el hombre prehistórico no tiene nada que envidiarnos...