Río Seco era un pueblecito que nadie visitaba y del que nadie salía nunca, hasta que una mañana el comisario, "Bravo" Ned, vio un extraño destello que venía del oeste. Cada vez que aparecía la misteriosa luz, casas y personas eran atrapadas por una sustancia pegajosa. "Bravo" Ned decide averiguar de qué se trata y cabalga hacia el horizonte.