Esta novela tiene todo para interesar, divertir y descubrir la historia a sus lectores. A través de una cuidada caracterización de personajes (un ingenio colono, un indígena atormentado por su identidad, un ruin capitán de barco, un científico racista...) y un paisaje exótico, el autor plantea temas como el choque cultural o la búsqueda de la propia identidad.
Con esta novela el autor ha recibido el premio Whitebread a la mejor novela, además de quedar finalista en el premio Booker y además ha obtenido el premio John Lewellyn en 1992 y el premio Somerset Maugham en 1997.