en 1862, el pintor y dibujante Gustave Doré canvence al Barón Charles Davillier para emprender juntos un largo viaje por España. Doré, animado por Davillier, acariciaba la idea de realizar una edición ilustrada del Quijote en Francia (actualmente, quizá la más conocida de cuantas circulan por el mundo) y durante el extenso periplo por España tomó centenares de excelentes bocetos que ahora aparecen reproducidos en esta edición.