En la obra que presentamos, cuya edición original es del año 1923, Berdiaev busca en la profundidad del ser «de Dios» el origen, la razón, la ley, el desarrollo, el significado y el fin del drama de la historia. Ve en lo «histórico» la manifestación de lo «metafísico»: la historia comienza en el seno de la divinidad y el hombre participa con su historia en este drama divino-humano; es por esto que sólo en Dios se puede comprender el tiempo y la eternidad, el principio y el fin. «El tiempo -dice Berdiaev- no contiene la eternidad y, sin embargo, ésta entra en el tiempo y este último desemboca en la eternidad».