Cuando llega la Sra. Zibi para preparar la comida de Navidad, Jamela decide salvar a Navidad, su pollo, de la olla. Se va con el pollo en brazos... y se arma un tremendo lío. Pero todo el mundo está de acuerdo con ella: ¡los amigos no se comen! Este relato africano da vida a los mismos personajes surafricanos que nos deleitaron con el anterio cuento de Niki Daly, El vestido de Jamela.