Era un empeño difícil pero del que Dumas salió airoso. ?Veinte años después? es
una obra tan ingeniosa y apasionante como su antecesora, pero con
características propias: los protagonistas han cambiado. No son ya los
despreocupados jóvenes ansiosos de gloria y aventuras,sino seres maduros. Y la
amistad incondicional de la juventud ha dado paso a unas relaciones más
complejas: se han creado dos bandos, el formado por Athos y Aramis, próximo a las
causas de la aristocracia, y el de Porthos y D`Artagnan, que sirven a Mazarino.
Sin embargo, toda la obra conserva el impulso épico, a través del cual asoma, a
veces envuelto en melancolía, el hálito de una juventud perdida, pero no
olvidada.