Jugar con elementos rítmicos permite que el niño desarrolle experiencias perceptivas motrices que amplían su conocimiento global de la expresión corporal.
Estos 75 Juegos de Ritmo pretenden ofrecer al educador las herramientas para una educación rítmica bien orientada que favorezca la adquisición paulatina por parte del niño del sentido del tiempo, de la velocidad, del espacio y de la duración de los movimientos.
Además, en este libro se trabaja con una noción de ritmo amplia para que el niño pueda enriquecer su entorno sonoro, aumentar su expresión gestual, tomar conciencia de sus posibilidades rítmicas y corporales, y ampliar las relaciones con sus compañeros.