Un viejo achacoso y pobre llega pidiendo ayuda al poblado de los indios navajos. Nadie le hace caso, excepto Flor Marchita, una india muy dulce y acogedora que le abre su casa y su corazón. Cuida de él como si se tratara de su propio padre y, a su lado, aprende el arte de curar cualquier enfermedad. El viejo, que en realidad esconde otra identidad, cambiará el curso de la vida de Flor Marchita.