Alejo Zarza tiene manos pequeñas, de niña, pero ágiles y fuertes manos de ratero. Sus andanzas por el Madrid del siglo XIX nos transportan a un mundo desconocido: la vida de los ladrones profesionales. Pero un día se cruza en su camino el enigmático Sebastián Dax y así descubrirá el terrible poder de la venganza, el amargo sabor de la traición.