Una pareja de amantes, unida por una profunda amistad, pasa unos cortos días de felicidad en un lugar idílico de Suecia, lejos de la vida cotidiana. La inimitable mezcla de humor, ironía, melancolía, romanticismo y realismo cautiva al lector desde la primera página.
En El palacio de Gripsholm están presentes todas las peculiares características de su autor:un cuento de verano, una pequeña historia de amor aparentemente sin mensaje político.