Cuando la doctora Véronique Vasseur ingresó ?como médico jefe de aquel establecimiento penitenciario? en la Prisión de La Santé no sabía dónde entraba, en qué mundo iba a vivir desde entonces: aquel mundo era demasiado horrible y demasiado desconocido. Así es siempre cuando se trata de la realidad carcelaria: es una realidad absolutamente ignorada, incluso por quienes creen conocerla desde fuera, por su profesión.
La delgada lámina de cristal que separa a un visitante de un preso es en realidad la frontera entre dos mundos, y más de una vez se ha dicho que, imaginando su Infierno, Dante no vio nada. ¿Cómo saber algo de lo que allí ocurre en realidad? La doctora Vasseur lo ha intentado en estas páginas, y su libro ha suscitado una gran emoción en la opinión pública. El Infierno existe ?viene a decir en su libro?, y está aquí, al otro lado de esas rejas.