Siglo XV. En una isla de Polinesia varios volcanes entran en erupción. El rey Hotu Matúa decide reunir a sus súbditos, recoger todas sus pertenencias, botar unos barcos y hacerse a la mar. Las aves les señalarán el camino hacia un nuevo hogar, siempre en dirección este, hasta llegar a Te Pito O Te Henúa, el ombligo del mundo: el enclave que hoy conocemos como Isla de Pascua.