Publicado originalmente en 1951, este libro es una investigación erudita y rigurosa, a la vez fenomenológica e histórica, sobre la institución de la realeza en las civilizaciones que florecieron en el Próximo Oriente durante la Antigüedad. Los textos primitivos y las ilustraciones de las obras de arte que acompañan a la obra apoyan las conclusiones del autor acerca de las estructuras de pensamiento con que el hombre pregriego captó su mundo y que «constituyen una realización tan inaudita como sus monumentos más tangibles».