Walter Scott (1771-1832) está considerado con todo merecimiento
como el iniciador de la novela histórica, donde ha dejado obras
y personajes inolvidables que perduran a través de las generaciones.
Novelas como Ivanhoe, Rob Roy, El monasterio, El abad, Quentin Durward,
El talismán, siguen siendo tan apreciadas en los albores del
siglo XXI como el día en que vieron la luz, y lo seguirán
siendo mientras haya lectores en la Tierra.
El presente volumen contiene una serie de relatos -algunos con un marcado
carácter histórico- en los que de algún modo interviene
un elemento sobrenatural. Así, en La habitación tapizada
asistimos a la manifestación de un fantasma; la magia hace aparición
en El espejo de mi tía Margaret; diabluras grotescas en El
cuento de Willie el vagabundo; el poder de la visión en Los
dos vaqueros; la inexorabilidad del destino en Una viuda escocesa;
y por fin una ejemplar narración de un suceso macabro en Relato
de un hecho fatal.