Durante el siglo X el Califato de Córdoba alcanzó uno de los mayores esplendores que se conocen en la historia y al-Andalus fue una de las grandes potencias de la época. Considerado "un estado poderoso y civilizado, sin rival en Occidente y sólo comparable a Bizancio y Bagtdad", logró combinar los triunfos militares con una desconocida prosperidad económica y un fran florecimiento de la vida intelectual. Sin embargo, el panorama que ofrecía al-Andalus a principios del siglo X no era nada halagüeño: inmerso en infinidad de rivalidades internas, se veía también amenazado no sólo por los peligros del avance fatimí, que procedía del norte de África, sino también por lasinvasiones que provenían de los reinos cristianos del norte de la Península.
Abderramán III, haciendo gala de una excepcional habilidad política, a la vez que apoyándose en un ejército vigoroso y en una administración eficiente, puso fin al caos existente en al-Andalus, sometió una a una a todas las facciones rebeldes, impulsó la marina, estableció bases en el norte de África a través de alianzas con diversos jefes locales del Magreb y, paralelamente, logró contener a los cristianos del norte.
Este libro cuenta la fascinante vida de este personaje de la familia de los Omeya, por cuyas venas corría sangre vascona; un hombre que, aunque ha sido clave en la historia deEspaña, permanece casi desconocido; y profundiza en una época tan fascinante como breve, ya que en el año 1031, es decir, poco más de un siglo espués de su creación, el Califato de Córdoba desapareció.