La sección femenina de Falange ha sido una organización omitida o tratada de forma marginal en las investigaciones dedicadas al franquismo. Entregada a labores de carácter social y educativo, sólo ocasionalmente ha recibido una atención proporcional al significado histórico que encierra, tanto por su papel movilizador, como por la función socializadora que fue llamada a cumplir dentro de la dictadura. El presente estudio emplea el marco especial de las tres provincias aragonesas para abordar el origen de esta institución, la reorganización y actividades llevadas a cabo durante la posguerra, y su participación en tareas de vigilancia, control social, y adoctrinamiento de las mujeres, contribuyendo de este modo a la construcción y mantenimiento del régimen franquista. Así mismo, se interesa por la procedencia socio-política de las mujeres que la integraron en sus mandos y en los cuadros medios, y por las contradicciones presentes entre el discurso que la institución difundía y la propia práctica de vida de sus dirigentes. Este análisis se inserta dentro de un marco interpretativo amplio proponiendo una mirada a la Europa de Entreguerras. Como en los otros países europeos que adoptaron una salida autoritaria ante la crisis de entreguerras, la función que cumplió el franquismo, con respecto al esquema de género, fue la de restaurar un equilibrio en las relaciones entre lo sexos que se encontraba amenazado a los ojos de los sectores sociales conservadores. Para ello, era necesario canalizar la participación pública femenina en organizaciones que movilizaban a grupos de mujeres de clase media para cumplir con los objetivos de género que estos regímenes perseguían. Por último, este trabajo apunta al reconocimiento de la heterogeneidad de situaciones vividas y actitudes adoptadas por la población femenina ante el franquismo, en función de las diferencias de clase social y de formación política y cutural.