Trabajar en una agencia de detectives suena muy emocionante, pero Patsy Kelly se aburre soberanamente. Su tío es el detective; ella no es más que la empleada de la oficina.
Pero cuando desaparece Judy, una chica de dieciocho años, Patsy está segura de saber cómo encontrarla. Y después de todo, no hace ningún daño a alguien por hacer unas cuantas preguntas... ¿o sí?
Pero las cosas dan un giro inesperado y aterrador. Y Patsy no puede dejar de pensar que en parte es culpa suya...