La extraordinaria fuerza de estos relatos, situados en el vasto y alucinante Norte mexicano, nos descubren a un escritor radicalmente singular, heredero directo de José Revueltas y Juan Rulfo. Eduardo Antonio Parra mezcla en esos parajes verdad y mito, realismo y lirismo, tragedia e imaginación. Va trazando con maestría una cartografía conmovedora ?escalofriante por momentos- de esa tierra de nadie que constituyen el desierto, el río Bravo, las ciudades fronterizas y las aldeas fantasmales, por donde aparecen los campesinos con tierra y terror, los prostitutos, las mujeres sin hombre, los que se fueron al Otro Lado ?la muerte o Estados Unidos- los borrachines y sus compañeras, los periodistas corruptos? Urbano, desértico, campesino, industrial y migrante, el Norte es a fin de cuentas una Tierra de Todos ?fantasmas de carne y hueso- que han encontrado en Parra un narrador de excepción.