El futuro no será como esperábamos, ya está aquí. Tras el reorden Mundial, el planeta se divide en áreas catalogadas por la capacidad de consumo de sus habitantes. Garbageland, la Isla, ha sido condenada a convertirse en basurero: única manera de rentabilizar un espacio ajeno a las reglas del mercado. Bajo un sol desnudo que abrasa cuanto toca, en medio de una realidad cambiante y equívoca, reinventada a cada instante por la tecnología, el Viejo Darma dirige su tribu de supervivientes y los educa leyéndoles el Libro, una reliquia rescatada del Black, el mar subterráneo que contiene la memoria y la muerte. Lejos, en Tierra Firme, un firmamento plagado de anuncios publicitarios protege a sus habitantes del sol despiadado, pero no de la ilusión. Es el Cielo de una nueva religión, con un Dios transfigurado de grandes y redondas orejas de ratón. La exterminación, las plagas, los MicMasters, las brigadas de clones, los Cánceres Disney, la carrera en la Escala de Consumo parecen tenerlo todo bajo control. Pero nadie escapa a la impureza.
Esta novela es una premonición sólo comparable a las visiones de William Blake en su America: A Prophecy.