El día de fiesta es un libro esencialmente didáctico, donde el cuadro satírico de costumbres se hipertrofia con el fin de hacer más clara y amena la lección moral. El escritor, utilizando elementos provenientes de la novela picaresca y cortesana, sometidos a un proceso de selección y estilización, cambia radicalmente su sentido poniendo en primer plano la finalidad ética, y al par que diluye la línea argumental hasta dejarla prácticamente anulada, otorga sustantividad a la descripción de tipos, usos y costumbres, siempre enfocados con visión trascendente, como soportes de una enseñanza que les instrumentaliza.(De la Introducción de Cristóbal Cuevas García)