Para Giovanni Sartori la buena sociedad es la sociedad abierta que él interpreta como una sociedad pluralista basada en la tolerancia y en el reconocimiento de la diversidad. Por eso se pregunta hasta qué punto puede esta sociedad acoger sin disolverse a "enemigos culturales" que la rechazan. Porque el inmigrante de cultura teocrática plantea problemas muy distintos del inmigrante que acepta la separación entre religión y política. El análisis teórico sirve para encuadrar los problemas prácticos que comentaristas y políticos están afrontando con inconsciente ligereza.