Preocupado por el sesgo de la política europea, la que desembocó en la segunda Guerra Mundial, Cassirer orientó su incansable indagar hacia la derrota del pensamiento racional. El análisis del mito y el repaso histórico de la teoría política permite deducir consecuencias: la cultura humana no es en modo alguno la cosa firmemente establecida, sino que puede conmover nuestro mundo cultural y social.