Si es claro que la nave de la enseñanza de la geografía se mueve, resultan imprescindibles libros como el presente, que ayuden a cada profesor a tomar el timón de su propia nave.
Obviamente, no todos los cambios reseñados pueden controlarse en el estrecho margen del aula, pero sí puede extraerse de cada uno de ellos el máximo beneficio para el aprendizaje del alumno mediante una enseñanza más adecuada.