Esta obra «explica el nacimiento, el sentido y la finalidad de los libros del Padre de Lubac y los enmarca en el fluir de las etapas de su vida, de sus estudios, de sus encuentros y de sus amistades, así como de sus legendarios destierros y aislamientos» (H.U. von Balthasar). Estas vigorosas páginas iluminan por añadidura algunos aspectos de la vida intelectual y religiosa anterior y posterior al Concilio. Esta memoria en torno a sus escritos hace que se oiga la voz de un testigo de Dios en la Iglesia y es un testimonio de primer orden sobre la vida de la Iglesia católica dado por uno de sus promotores. Una documentación de primera mano ilustra su exposición.