Durante siglos se consideró a la metáfora como un fenómeno ubicado en el lenguaje, como una clase de recurso retórico. Sin embargo, en el siglo XX, con el advenimiento de la revolución cognitiva se ha probado que la metáfora es un mecanismo básico de asimilación de la experiencia. Eduardo de Bustos deslinda, desde una perspectiva multidisciplinaria (pragmática, filosófica, lingüística y cognitiva) la importancia de la metáfora en actividades tan distintas como las ciencias naturales y la política.