Esta obra arranca en una respuesta a un obcecado crítico y, para invitarnos a serias reflexiones y autocríticas, el autor nos conduce hasta los siglos XVI y XVII, origen de la época actual. Entonces tomamos una resolución equivocada, hoy hemos de decidir por segunda vez... Conducido a un vivísimo ritmo, disfrutando de un telúrico humor nada habitual en este género literario y de una fecunda erudición cada vez menos frecuente, el lector se lleva la sorpresa de haber concluido un libro atractivo, fácil, enriquecedor. Azurmendi consigue que el ensayo sea un recreo.