Il trovatore constituye, junto a Rigoletto y La traviata, el llamado «periodo medio» de Giuseppe Verdi. Fascinado siempre por lo español, el compositor quiso inspirarse en una de las grandes creaciones rupturistas del teatro romántico español: El trovador, de Antonio García Gutiérrez. La obra fue adaptada por el libretista Salvatore Cammarano, colaborador habitual de Verdi. Tras su aparente clasicismo, Il trovatore posee elementos profundamente novedosos que quizá puedan pasar inadvertidos al público actual. Verdi gustaba cada vez más de un realismo crudo que no tenía cabida en los moldes establecidos de la ópera romántica. Con esta obra no sólo rompió con la tradición operística consolidada por Bellini y Donizetti, sino que se convirtió en el compositor más admirado de Italia, y, en consecuencia, del mundo entero