Quique es un joven estudiante de Secundaria que vive apasionado por el fútbol. Las victorias o derrotas de su equipo son para él lo único que da sentido a su existencia. Recientemente, sus padres se han separado y Quique no lleva bien esta situación, que le está afectando en su relación con los demás y en su rendimiento en la escuela. Los suspensos se multiplican y, lo que es peor, Quique, mintiendo, ni siquiera entrega las notas a sus padres.
Rodri, el novio de su hermana, que es un hincha de los Radicales, el grupo ultra del equipo de Quique, le invita a un partido de fútbol. Quique asiste entusiasmado al espectáculo de los Radicales, aunque también comprueba que son gente un poco especial. Todavía lo ve más de cerca cuando le invitan a hacer un viaje para acompañar a su equipo favorito. Poco a poco, Quique empieza a entrar en un terreno peligroso, donde está en juego su futuro como estudiante y como persona. La afición al fútbol se ha convertido en la antesala para un juego mucho más peligroso: el de la violencia gratuita.