La articulación de la convivencia en sociedades cada vez más mestizas es uno de los desafíos más importantes que tienen las sociedades del mañana. El tránsito de sociedades integradas por diferentes grupos culturales que pretenden mantener sus identidades a otras en las que estos grupos alcancen un reconocimiento de sus «diferencias» en un marco común de convivencia no se realizará sin fricciones. No hay más que revisar nuestro pasado para constatar que la convivencia entre diversas identidades colectivas oculta, normalmente, la dominación de unas sobre otras.
El punto de partida para la vida en común es el establecimiento de relaciones de reconocimiento recíproco entre todos los habitantes de la sociedad. Para que se produzca este reconocimiento tienen que darse, más allá de todo discurso moral y cultural, las condiciones jurídico-políticas indispensables para que aquellos que no son miembros de la «comunidad política» no sean tratados bajo ninguna circunstancia como «no-personas». Todos los habitantes ?ciudadanos y extranjeros? han de poder encontrar igual protección y respeto en su integridad como individuos incajeables, en cuanto miembros de un grupo étnico o cultural y en su condición de ciudadanos en un estado democrático de derecho.
Los ensayos recogidos en este libro pretenden, por un lado, ofrecer al lector un conjunto de reflexiones filosófico-políticas sobre los temas de la identidad, la exclusión del extranjero, el racismo, el mestizaje y la construcción de la ciudadanía en las modernas sociedades occidentales, y, por otro, participar en el debate público acerca de los procesos de aprendizaje que debemos iniciar con el fin de realizar una vida en común en ciudades cada vez más cosmopolitas.