Catalina vuelve a casa después de pasar cuatro meses en el hospital. Le sabe mal tener que irse, porque allí deja buenos amigos, pero tiene ganas de volver a ver a sus compañeros de la escuela y a su querida señorita Vicenta. Sólo hay una cosa que la inquieta: el tratamiento que ha estado siguiendo le ha provocado la caída del cabello. ¿Qué van a pensar los demás cuando vuelva a clase?