Una joven inglesa llega a una vieja mansión en el campo para encargarse de la educación de un niño y de una niña que han quedado huérfanos. Poco tiempo después de su llegada, descubre que los niños reciben periódicas "visitas" de sus antiguos preceptores, un hombre y una mujer muertos un año atrás. La institutriz, horrorizada, decide hacer lo posible para defender a los niños, cuya custodia se le había encomendado, y trata de interponerse entre ellos y los fantasmas. Con esta historia, aparentemente tan sencilla, Henry James logró realmente el "más difícil todavía": dar otra vuelta a esa "tuerca" que hay escondida en todo relato de terror.