Los adolescentes que reciben una educación sexual adecuada son los mejor preparados para enfrentar las ansiedades e inquietudes propias de esa edad y para aprender a ejercer una sexualidad sana, madura, gozosa y responsable. Entre otros efectos contraproducentes, la falta de información, los mitos, los prejuicios o el silencio timorato en torno de la sexualidad propician las relaciones desprotegidas, los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual, además de volver más vulnerables a violaciones y abusos a jóvenes e infantes. Conscientes de ello, profesionales de la salud, grupos feministas, instituciones académicas y organizaciones civiles han pugnado por que en las escuelas se imparta educación sexual al menos desde la pubertad. Afortunadamente, hoy en día se cuenta con la voluntad política necesaria para responder a esta legítima demanda de la sociedad y se vive un momento propicio para fortalecer y consolidar una nueva cultura alrededor de los derechos sexuales y reproductivos de la población. En esta coyuntura, se ofrece aquí al profesorado un valioso instrumento que le ayudará a encontrar la mejor manera de abordar en el salón de clases diversos temas relacionados con la sexualidad y con la psicología del adolescente, y a orientar a sus alumnos en esta etapa de cambio y descubrimiento.