En Fuego, Anaïs Nin prosigue el apasionante relato de su vida. Esta vez la acción transcurre entre París y Nueva York, y a sus ya conocidas relaciones con el escritor Henry Miller y el psicoanalista Otto Rank, añade aquí la que mantuvo con el artista y activista peruano Gonzalo Moré, en quien creerá encontrar el amor absoluto. También dedica parte de este diario a escribir sobre la guerra civil española, Rafael Alberti, Alejo Carpentier o Constantin Brancusi. Obsesionada por una insólita conciencia introspectiva, Anaïs Nin consigue desvelar a través de la escritura su propio presente emocional, que es descrito con frescura e inmediatez y, por momentos, con un enorme lirismo tenso y descarnado. Dotada de la técnica más adecuada para expresar sus emociones más profundas y sus experiencias eróticas, posee también el coraje necesario para exponerlas a la luz pública.