Las señas de identidad propias de la cocina aragonesa son las que se derivan de la reciedumbre y nobleza de esta leal tierra. Inmenso tesoro del conocimiento, su culinaria se hace realidad gracias a la reunión de unos productos de un sabor y variedad insuperables. Platos vigorosos, pero también delicados manjares; menús en los que aparecen los buenos vinos de la tierra. Y, como colofón, cualquiera de las innumerables maneras de la repostería popular.
Este libro es un entrañable recorrido a través de la cocina aragonesa más tradicional, en el que se saborean los 30 platos más típicos de la comunidad y se toma contacto, a través de interesantes referencias históricas y culturales, con el carácter y las costumbres de sus gentes y s peculiar modo de entender la gastronomía. Todo ello acmpañado de sugerentes fotografías a color.