Desde la Conferencia de Barcelona, el área del Mediterráneo está asistiendo a un cambio profundo en las relaciones con la Unión Europea. El establecimiento de un área de libre comercio en 2010 -fecha que deberá adelantarse ante la liberalización comercial que la Unión Europea proyecta llevar a cabo con Mercosur, México y Chile- tendrá importantes repercusiones en el sector agrícola de esta zona. Además, existen otros aspectos fundamentales como la inmigración -hay que solucionar el hecho de que el Estrecho de Gibraltar sea un cementerio de personas e ilusiones- y los problemas demográficos y humanos que, tal y como se constata de los datos recogidos en esta obra, precisan de un compromiso decidido por parte de los países de la Unión Europea para su solución, acción que deberían liderar España, Francia e Italia.
En El Mediterráneo en la encrucijada del nuevo milenio se analizan temas del área mediterránea y de la Unión Europea, prestando mayor atención a los países mediterráneos del norte de África y sur de Europa: España, Francia e Italia. Todos conocemos la importancia de esta zona que conforma, desde cualquiera de las perspectivas, un potencial de desarrollo sin parangón, tanto en la agricultura como en el turismo y en el ocio, donde hoy es la primera potencia mundial. Aunque pasa por momentos de dificultad en el sur y en el este, a toda el área compete el trabajar juntos para recuperar el esplendor del pasado.
