«El mercado está a punto de imponerse allá donde han fracasado los grandes imperios y las grandes religiones: en la fusión del conjunto de los seres humanos en una comunidad global.» Este objetivo alimenta los discursos de las nuevas élites de la economía globalizada, que no cesan de proclamar que el triunfo de la economía refuerza la paz y contribuye a la evolución mundial. Sin necesidad de decirlo, disfrazan su proyecto de dominio mercantil con imágenes extraídas de una vieja tradición, aquella que cree que el género humano está destinado a la unión final, una idea que ha acompañado a la expansión del capitalismo occidental desde el siglo XVI. Y de ahí el interés de Armand Mattelart por volver a la historia de la utopía planetaria, con el fin de disipar las ambigüedades y las falsas apariencias del discurso «mundialista» contemporáneo.
Se trata de una historia que nace con el concepto de «ciudadanía del mundo», tan grata al discurso humanista, y sigue con el del «derecho a la información», defendido por los teólogos enfrentados a la conquista del Nuevo Mundo. Una historia que se repite a lo largo de los siglos siguientes a través de múltiples proyectos que el autor recrea de forma apasionante: el «gobierno mundial» pensado por el abate de Saint-Pierre, la «república mercantil universal» de Adam Smith, la «república universal de las ciencias de Condorcet, la «cosmopolítica» de la paz perpetua de Immanuel Kant, el plan de reorganización del globo mediante el asociacionismo universal imaginado por Claude-Henri de Saint-Simon o las múltiples versiones de los «Estados Unidos del mundo» que florecen a la sombra de la Sociedad de Naciones propuesta por el presidente Wilson.
Al analizar, sin concesiones, tanto las esperanzas e ilusiones depositadas en estos proyectos utópicos como la dimensión totalitaria de la que a menudo son portadores
?incluso en sus avatares «comunicacionales» o mercantiles más contemporáneos--, Mattelart acaba diseñando un impresionante fresco del complejo imaginario de nuestra modernidad.