Venezuela ha vivido momentos de cambio muy intenso, librando una batalla por recuperar su propia identidad y soberanía. Esto ocurre después de cuarenta años en que los partidos denominados democráticos arrasaron con su esencia de país, corrompiendo las estructuras de poder hasta convertirlas en simples plataformas de enriquecimiento personal y desarrollaron políticas de activa sujeción al neoliberalismo. El pueblo salió a la calle; fue masacrado por los denominados demócratas en el Caracazo de 1989 y luego acompañó las insurrecciones de los militares bolivarianos. Hugo Chávez interpretó el mensaje de los más humildes y fue construyendo el movimiento que pudiera enfrentar a la corrompida partidocracia.