Pocos días después del atentado a Carrero Blanco, Germán Tello regresa a Valencia. De nuevo el héroe se introduce en el laberinto, con la policía pisándole los talones...Una intriga apasionante y a la vez desmitificadora de una época descrita con gran humor y sensibilidad por un Miguel Herráez que difumina, bajo la lluvia, los límites entre realidad y ficción.