Aire de las colinas, levedad y altura, maduración: transparencia y crecimiento durante aquellos años en que Juan Rulfo convocó los poderes indispensables para escribir un puñado de piezas maestras de la narrativa mundial.
Las Cartas a Clara incitan a repasar el milagro de la literatura: intensidad y lucidez, imaginación y forma perfecta, sutilísma ironía y profundidad. Genio, en fin.
Releer aRulfo es en realidad leerlo: es volver al origen de los mitos, a la raíz de todos los relatos, a la semilla del arte de decir las cosas para siempre.