Por encima de las diversas etiquetas que la historia literaria le ha ido endosando -realista versus naturalista-, La Regenta pasa por ser la más rica y compleja novela española del siglo XIX. Leopoldo Alas, `Clarín`, sabe trazar un pormenorizado retrato de una ciudad de provincias, Vetusta, que, anclada en el más rancio pasado, es incapaz de prosperar a fuerza de bañarse en sus propias carencias.
Junto a la ciudad, sus habitantes, comparsas de un teatro de apariencias en el que nada es lo que parece.
Entre ellos, Ana Ozores y el Magistral, espíritus controvertidos que, creyéndose superiores al resto de sus paisanos, acabarán por caer en su mismo lodo.
La obra, exponente máximo del espíritu decadente finisecular, sigue siendo fuente de numerosos estudios y de las más variadas interpretaciones. Ha sido llevada al cine y a la televisión, lo que sin duda da fe de su vigencia.