Una efigie milagrosa y un muchacho que le sirve de lazarillo inician un accidentado deambular desde la ermita de laque ha sido expulsado el santo hasta la ciudad de Sevilla, donde la imagen espera hallar acomodo en cualquiera de sus iglesias o conventos. En su camino se tropezarán con toda clase de sorprendentes compañías y sucesos sobrenaturales, que pondrán a prueba los poderes milagrosos del santo y la astucia de su lazarillo.
Tras su apariencia tierna, y más allá de los jugosos anacronismos de este relato que entremezcla el mundo profano y piadoso, José Antonio Ramírez Lozano -en una línea que remite a obras anteriores como Flos Sanctorum o Gárgola- ha escrito una divertida novela que acaso no sea un trasunto del más allá, pero que sin duda es una aguda fábula del más acá cotidiano, y que se hizo acreedora del I Premio de Novela Picaresca " Diablo Cojuelo " .