Este libro, dedicado por el autor a Henri de Lubac en el 80 aniversario de su nacimiento, ofrece una visión de conjunto sobre la obra de uno de los indiscutibles maestros de la teología y de la espiritualidad del siglo XX. Los diversos temas aquí tratados no sólo están íntimamente vinculados entre sí, sino que parten todos de una única visión que es tan actual hoy como ayer: la necesidad de recuperar en su integridad un espíritu cuya misión es penetrar el mundo con la sal del Evangelio.