Vladimir, un joven latinoamericano perseguido por sus vínculos en el mundo de la droga, llega a Suecia pensando que allí estará seguro. De inmediato se ve inmerso en otra sociedad, paralela a la sociedad sueca: el mundo visible de los inmigrantes. En él se reproducen todas las contradicciones de la sociedad oficial, más los problemas que cada grupo de inmigrantes trae consigo desde su país de origen. Para escapar de ese mundo paralelo y grotesco, Vladimir se traslada a Barcelona. Pero nuevamente debe sumergirse en el mundo desintegrado de los inmigrantes. El meteco sigue siendo meteco alllá donde va.
La inmigración desde los países periféricos a Europa es el centro de esta novela, pero no el único. Por detrás aparecen la caída del muro de Berlín, las matanzas en Bosnia-Herzegovina, los Juegos Olímpicos de Barcelona, la limpieza étnica, el universo de los más infelices hundidos en el alcohol, la droga, la prostitución y la miseria. La mirada de un individuo doblemente marginado, inmigrante e ilegal, obliga a concentrar la atención sobre sectores que el ciudadano nunca ve, y hace reflexionar sobre ideas aceptadas como civilizadas por el ciudadano de la Unión Europea. Y todo ello desde una prosa transparente y magnética que sitúa a su creador entre los grandes escritores latinoamericanos de nuestra época.